domingo, 28 de noviembre de 2010

Soneto XVIII (William Shakespeare), de Esther Giménez



Apenas te asemejas al verano;
eres dulce y templado en cuanto haces,
por más que el fuerte viento agite Mayo
o el calor del verano se me escape.

A veces el Sol arde demasiado
y otras muchas su oro se oscurece,
pues la belleza acaba declinando
por la Naturaleza o por la Suerte.

Mas tu verano eterno permanece
y nunca perderás tanta hermosura
ni podrá presumir de ensombrecerte

la Muerte si en eternos versos duras.
Mientras hombres respiren y ojos vean
mis letras vivirán y tú con ellas.

(Incluido en Mar de Pafos, 2000)

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SONETO XVIII (original), de William Shakespeare

Shall I compare thee to a summer's day?
Thou art more lovely and more temperate:
Rough winds do shake the darling buds of May,
And summer's lease hath all too short a date:
Sometime too hot the eye of heaven shines,
And often is his gold complexion dimm'd;
And every fair from fair sometime declines,
By chance or nature's changing course untrimm'd;
But thy eternal summer shall not fade
Nor lose possession of that fair thou owest;
Nor shall Death brag thou wander'st in his shade,
When in eternal lines to time thou growest:
So long as men can breathe or eyes can see,
So long lives this and this gives life to thee.

Traducción

¿Debo compararte con un día de verano?
Tú eres mucho más hermosa y más templada:
fuertes vientos desgarran en mayo los débiles capullos
y el verano tiene tan breve plazo:
a veces brilla fiero el ojo de los cielos
y otras su tez de oro se apaga;

toda belleza alguna vez declina,


ajada por el azar o por el curso cambiante de la naturaleza;

pero tu verano eterno jamás se agotará,
ni perderá la posesión de esa belleza que sólo tú posees;
ni podrá jamás la Muerte jactarse de ensombrecer tus pasos

cuando en versos eternos perdures en el tiempo;


mientras el hombre respire y puedan ver sus ojos,

mientras viva todo esto y esto te de la vida.

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