jueves, 24 de noviembre de 2011

Fragmento de 'Elegía', de Pablo García Baena



«... Nunca sabrás el loco deseo que me tortura
de cautivar tus labios bajo mi boca ávida,
y sentir el latido de tu sien en mi mano
aprisionada como un pájaro aterido.
Pero no sabrás nunca nada de mi deseo.
Nada de cuando pienso desgarrar con mis dientes
los azules canales de tus venas
y juntos
morirnos desangrados, confundidas las sangres.
Pero estamos ajenos.
Yo sigo en mi ventana,
y tú soñando en otro mientras Chopin suspira,
ahora que aún no arde en mi quinqué la luz
y que a los dos nos une la lluvia con sus lágrimas.»

(Poeta cordobés, nacido en 1923)

'Sí, reciente.', de Pedro Salinas

(Danae, de Gustav Klimt)


No te quiero mucho, amor.
No te quiero mucho. Eres
tan cierto y mío, seguro,
de hoy, de aquí,
que tu evidencia es el filo
con que me hiere el abrazo.
Espero para quererte.
Se gastarán tus aceros
en días y noches blandos,
y a lo lejos turbio, vago,
en nieblas de fue o no fue,
en el mar del más y el menos,
cómo te voy a querer,
amor,
ardiente cuerpo entregado,
cuando te vuelvas recuerdo,
sombra esquiva entre los brazos.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

'A brazo partido', de José Albi


Llevo en los huesos tanto amor metido
que sólo en carne viva y a bandazos,
voy capeando el mar de estos dos brazos
entre los que me encuentro sometido.

No, no basta gritar, tomar partido,
morir hasta caerse uno a pedazos;
hay que hundir a caricias y a zarpazos
tu corazón, tu corazón vencido.

Quiero daros la vida que me sobra,
y este amor que me arranca de los huesos.
Vuestro mi corazón, vuestra mi obra

de compartir lo vuestro y nuestro y mío,
consumidos en cólera y en besos.
Sólo a mi amor vuestro dolor confío.

(Poeta valenciano, 1922-2010)

martes, 22 de noviembre de 2011

'¿Fue posible que yo no te supiera...', de Jaime Gil de Biedma


¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas!

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después, de lo negro surgía
tu mirada.

(Poeta barcelonés, 1929-1990)

jueves, 3 de noviembre de 2011

'Ante ti', de Carmen Conde


Porque siendo tú el mismo, eres distinto
y distante de todos los que miran
esa rosa de luz que viertes siempre
de tu cielo a tu mar, campo que amo.

Campo mío, de amor nunca confeso;
de un amor recatado y pudoroso,
como virgen antigua que perdura
en mi cuerpo contiguo al tuyo eterno.

He venido a quererte, a que me digas
tus palabras de mar y de palmeras;
tus molinos de lienzo que salobres
me refrescan la sed de tanto tiempo.

Me abandono en tu mar, me dejo tuya
como darse hay que hacerlo para serte.
Si cerrara los ojos quedaría
hecha un ser y una voz: ahogada viva.

¿He venido, y me fui; me iré mañana
y vendré como hoy...? ¿Qué otra criatura
volverá para ti, para quedarse
o escaparse en tu luz hacia lo nunca?

martes, 1 de noviembre de 2011

'Galope', de Juan Carlos Abril


Lejos la extraña luz
que atraviesa la noche, y más extraña
la luz de los poemas, este espacio
tan breve que ilumina
hacia adentro y nos punza.
Como si la distancia
que apenas calculamos,
se desbocara sola
arrastrándonos fuera,
lejos de todo. Lejos.

Se parece al deseo
de ser nosotros, sí, nosotros mismos
ahora, mas no hay nada,
no hay almas.
Hay relojes
antiguos con delgadas manecillas
locas, y lentos medallones de oro
prendidos en tu pecho.
Como una inmensidad que nos rodea
sin sentido, a nada nos reduce
y abandona lo suyo.

La soledad es ciega y es salvaje.
Sujétate a sus crines despeinadas
y agárrate bien fuerte.

(Incluido en El laberinto azul, 2001)