Mis ojos no te buscan sobre la tierra inmensa:
eres tú mis ojos dilatándose.
Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos
soy yo que te libero de mí para que llores.
¡Cuán tú soy yo conmigo, amor que me enajenas!
¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte
viniéndote de mí, muriéndome contigo!
La trama del latir en cuerpo que no es tuyo,
ni mío solamente: un cuerpo de dos seres
que funden la unidad de dos que son ya uno.
(Incluido en Ansia de la gracia, 1945)
eres tú mis ojos dilatándose.
Mis ojos te contienen; si lloras tú por ellos
soy yo que te libero de mí para que llores.
¡Cuán tú soy yo conmigo, amor que me enajenas!
¡Qué mío tu vivir y qué mía tu muerte
viniéndote de mí, muriéndome contigo!
La trama del latir en cuerpo que no es tuyo,
ni mío solamente: un cuerpo de dos seres
que funden la unidad de dos que son ya uno.
(Incluido en Ansia de la gracia, 1945)
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